Nuestras características personales nos pueden ayudar, o no, a salir del trastorno. Uno de ellos es la capacidad de percibir las situaciones desde una visión más tranquila y segura.
La humildad nos permite percibir la realidad de una forma sin grandes estruendos y panfletos. En un mundo el cual se presenta como un gran carnaval; donde cuanto más estruendo uno hace, mayor es la repercusión, la sencillez muchas veces es un placer.
La humildad nos proporciona la tranquilidad de alma y de compromisos los cuales, en varias circunstancias, solo nos aprisiona en varias formas de pensamiento, y por consiguiente de actuación, muy dañino para uno y su ambiente.
Ver las cosas en su justa visión, muchas veces desde abajo, es mejor en su interpretación mental que mirarlas desde arriba. Cuando menciono una posición inferior hablo desde una percepción sin demasiada "neblina"(como le dirían los orientales a las deformaciones basadas en las interpretaciones mentales).
El poder darnos cuenta de nuestros errores habituales, ver sus implicancias, junto a las causas de esos errores nos permite tomar un rumbo de acción orientado al corto y mediano plazo. La visión a largo plazo se va perfilando solo, al despejase los obstáculos del camino representado por situaciones del corto y mediano plazo.
Poder darnos cuenta de nuestros errores con los allegados, nuestros amigos, y más importante, con uno mismo, es fundamental para poder crecer y poder esbozar una posible salida al trastorno. Lo cual nos habla, no ya de una enfermedad, más bien de una transformación de un proceso normal. Eso ya de por si nos pasa información sobre el problema.
Un video sobre este tema de la Humildad
Marcelo Calcagno® 2020